COMPOSICIÓN CORPORAL, DERMATOGLIFIA Y CAPACIDADES CONDICIONALES EN EL FÚTBOL FEMENINO

BODY COMPOSITION, DERMATOGLYPHICS AND CONDITIONAL CAPACITIES ABOUT WOMEN'S FOOTBALL PLAYERS

 

 

 

 

 

Hugo Andrés Mercado Ruíz

Profesional en ciencias del deporte, candidato a Magister en ciencias del deporte con énfasis en entrenamiento deportivo U.D.C.A, calle 182 # 51-24. Bogotá, Colombia.

E-mail: handres1032@hotmail.com

 

Rafael Ernesto Avella

Magister en Entrenamiento Deportivo, Instituto Manuel Fajardo; Especialista en Docencia Universitaria, Universidad Militar Nueva Granada, Docente Investigador de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales U.D.C.A; Director semillero entrenamiento deportivo.

E-mail:  ravella@udca.edu.co.

 

 

RESUMEN

 

Este artículo de revisión, explora las relaciones entre la composición corporal, las capacidades condicionales y la dermatoglifia. El campo de interés está centrado en determinar, sí existe punto de relación entre los parámetros mencionados y, sí en algún momento la probable correlación tiene efecto directo sobre el rendimiento deportivo. Con base en análisis y revisiones de antecedentes e investigaciones anteriores, se ha determinado, la posible relación entre la composición corporal, el consumo máximo de oxígeno y la dermatoglifia.

Palabras Clave: Composición corporal, capacidades condicionales, dermatoglifia, fútbol.

 

 

ABSTRACT

 

This review article explores, the relationship between body composition, the conditional capacities and dermatoglyphics. The field of interest isfocused on determining, whether there point relationship between these parameters and, if at any time the probable correlation has direct effect on athletic performance. Based on analysis and background checks and previous investigations, have determined the possible relationship between body composition, the conditional capacities and dermatoglyphics.

 

Key words: Body composition, conditional capacities, dermatoglyphics, football.

 

 

INTRODUCCIÓN

A través de la historia, en muchas de las disciplinas deportivas el entrenador, quien es el principal gestor de los resultados deportivos de los atletas ha buscado y diseñado, la manera más eficiente para que sus deportistas lleguen a conseguir los mejores resultados a nivel competitivo.

Pero, herramientas como la planificación, el control y la evaluación del rendimiento deportivo ya no son suficientes; en un contexto en donde las ciencias aplicadas al deporte, como la nutrición, la antropometría, la biomecánica, la fisiología y la morfología, entre otras; forman parte de ese trabajo multidisciplinario, cuyo objetivo principal es estudiar desde una óptica científica todos y cada uno de los componentes de nuestro cuerpo.

Que en últimas son los mismos componentes del atleta y como estos influyen en el rendimiento deportivo. Este que según Véronique Billat (2002) se define como: “una acción motriz, cuyas reglas fija la institución deportiva, permite al sujeto expresar sus potencialidades físicas y mentales” está condicionado por varios factores entre los que se destaca la composición corporal.

Según Jack Wilmore (2004): “muchos estudios han demostrado que cuanto más alto es el porcentaje de grasa corporal, peor es el rendimiento de una persona”, otros estudios manifiestan diferentes puntos de vista y resultados encontrados, por ejemplo: en uno de ellos se encontró que “el rendimiento en natación no tiene ninguna relación con la grasa corporal, sino ligeramente con la masa magra.

La grasa corporal puede proporcionar algunas ventajas al nadador, porque mejora la flotabilidad, lo cual reduce la resistencia que encuentra el cuerpo del nadador en el agua y disminuye el costo metabólico de la permanencia en la superficie de la misma”, ésto significa que cada modalidad deportiva posee unas demandas específicas, por tal razón, es primordial para este caso, realizar un estudio que permita encontrar, si existe correlación entre la composición corporal, el VO2 máximo y la dermatografía por medio de diferentes valoraciones, las cuales, permitan determinar los valores adecuados de cada uno de los componentes.

Sin olvidar que: “cada sujeto es un todo, con características completamente distintas, desde el punto de vista antropométrico, desde el punto de vista funcional, motor, psicológico y de adaptación, entre otros”.

 

Metodología

 

Tratándose de un artículo de revisión, la metodología empleada se ha dividido en tres (3) momentos. Un primer momento en el cual, se han revisado diferentes fuentes y bases de datos con el fin de recopilar la mayor cantidad de bibliografía correspondiente a consumo de oxígeno, composición corporal y dermatoglifia; sin importar la relación con cualquier tipo de deporte.

Acto seguido, se han organizado cada una de las fuentes encontradas en el primer momento, en búsqueda de organizar la información con el fin de que su tratamiento fuera mucho más sencillo. Véase la figura 1.

Figura 1. Organización de artículos.

Para finalizar un tercer y último momento, en el cual, se realizó el análisis y resumen de cada uno de los artículos seleccionados con el fin de plasmar las ideas pertinentes dentro del documento final. Véase la figura 2.

Figura 2. Análisis de artículos.

 

 

Capacidades Condicionales

 

Actualmente, la selección deportiva se basa en parámetros morfofuncionales, volitivos y técnicos propios de la ontogénesis: complexión corporal, estado psicológico, cualidades físicas, cambios durante los procesos de crecimiento y maduración biológica (Leiva, 2010). Las investigaciones sobre los criterios genéticos relacionados con las cualidades físicas generalmente son de poca aplicación práctica, dado que son en su mayoría invasivos y de difícil consecución.

Las condiciones físicas reflejan las posibilidades motoras del individuo, determinadas genéticamente y por la oscilación de las diferencias ontogénicas, las cuales, se manifiestan claramente en el entrenamiento de alto nivel (Leiva, 2010).

Las cualidades condicionales son producto de las características genéticas de cada individuo y pueden ser de dos formas: A)  De base: El individuo puede vivir toda su vida con sus facultades físicas naturales sin realizar actividad deportiva, por lo que el incremento de su fuerza, resistencia y velocidad estaría a la par de su crecimiento en la masa corporal. B) Desarrollada: Es cuando el individuo ha incrementado sus cualidades por medio de un entrenamiento, pasando a ser denominadas capacidades (Martínez, C., 2000).

Según Manno, R. (1991): "las capacidades motoras son las condiciones motoras de tipo interno que permiten el funcionamiento de las posibilidades motoras", y complementa lo antes planteado al señalar que "éstas son un conjunto de predisposiciones o potencial motriz fundamental en el hombre, que hacen posible el desarrollo de las habilidades motoras aprendidas".

Para Ruíz, A. (1987): "las capacidades físicas constituyen fundamentos para el aprendizaje y perfeccionamiento de las acciones motrices para la vida que se desarrollan sobre las bases de las condiciones morfo - funcionales que tiene el organismo, representan uno de los componentes esenciales para el desarrollo de las capacidades de rendimiento físico del individuo".

Además, manifiesta que independientemente de las influencias de las propiedades orgánicas individuales, existen tres factores que determinan la rapidez, facilidad y magnitud como pueden desarrollarse las capacidades físicas:

Manno (1991) al hablar de las cualidades motoras, reflexiona sobre cómo éstas se aprecian unidas a la ejecución de los movimientos técnico - tácticos y físicos en sentido general, son los que expresan el nivel de desarrollo de una habilidad determinada. Por ello, el profesor debe de tener en cuenta, por ejemplo: si en la estructura del movimiento hay fluidez, fuerza de salida adecuada y aceleración del movimiento, entre otros.

Pradet (2000) es del criterio: "que es más importante la cualidad que la capacidad, porque la capacidad cubre el supuesto, que un individuo pueda poseer una posibilidad motora, lo que no implica, según sus consideraciones, que el individuo sea capaz de utilizarla, referido al deporte señala que es mucho más importante afirmar que “un atleta realiza tal performance, que decir, que este atleta merece tal performance".

De otra parte, existen diferentes clasificaciones de las capacidades motoras, la más difundida es la propuesta por Gundlach, M. (1968), que según Manno, R. (1991) es utilizada en toda Europa, y que clasifica en dos grupos: las capacidades condicionales y las capacidades coordinativas, a las que Ruíz, A. (1987), Hernández, J. (2002) le adicionan una tercera, denominada por algunos autores como capacidad básica, por estar presente en todo movimiento del hombre, y que no se basa fundamentalmente en requerimientos de tipo energético, que es la denominada movilidad o flexibilidad, criterio de Vargas (1994), y compartido por Linner (1996).

La clasificación de capacidades condicionales según Zatsiorki (1988), Ruíz, A. (1987), Manno, R. (1998) y otros autores dependen fundamentalmente para su desarrollo de un condicionamiento de tipo energético. Este planteamiento es compartido por muchos autores, pero, realmente, aunque este constituye un elemento de gran importancia, la condición del tipo de sustrato metabólico como base energética, no puede ser solo el elemento decisivo para que una capacidad se clasifique como de fuerza, de velocidad o resistencia, o de flexibilidad.

 

 

Fuerza

 

Considerando los conceptos desarrollados por los autores del libro “Cualidades físicas” Enric M. Sebastiani y Carlos A. González. “La fuerza es la cualidad motora que le permite al individuo oponerse o vencer una resistencia.” (Sebastiani y González, 2000). “La fuerza es la cualidad básica para la manifestación de un movimiento, porque todos se llevan a cabo mediante la contracción de las fibras musculares, pero para elevar el rendimiento deportivo, debemos distinguir cual es el tipo de fuerza, que predomina en la prueba de atletismo que desarrollaremos, la fuerza se clasifica en: Fuerza máxima, fuerza explosiva, fuerza rápida, fuerza veloz o potencia, fuerza resistencia (Sebastiani y González, 2000).

 

 

Resistencia

La resistencia es la cualidad/capacidad de mantener un esfuerzo prolongado sin fatigarse demasiado. La resistencia cardiovascular supone la capacidad de realizar tareas físicas que impliquen la participación de grandes grupos de músculos durante periodos de tiempo largos. Necesita de una buena capacidad de funcionamiento de los sistemas circulatorio y respiratorio para ajustarse y recuperarse de los efectos del ejercicio muscular. Esta cualidad es básica para el mantenimiento de la salud del corazón, las arterias y las venas. (Martínez, et al., 2000).

 

Velocidad

Es la capacidad de realizar acciones motrices, gestos o movimientos lo más rápido posible o en el menor tiempo posible. Para ser rápido debe durar poco tiempo, no producir fatiga y debe poder superar resistencias no demasiado grandes. La velocidad puede clasificarse en velocidad de reacción, velocidad gestual y velocidad de desplazamiento (Martínez, et al., 2000).

 

 

Flexibilidad

La movilidad articular es la capacidad de realizar movimientos lo más ampliamente, que permita la estructura de una articulación. Todas las actividades físicas requieren flexibilidad, pero, sobre todo es muy importante en aquellos deportes, donde la amplitud del recorrido articular es expresión de calidad técnica (gimnasia) o de eficacia técnica (carrera de vallas en el atletismo). La elasticidad es la capacidad de un músculo de poder estirarse, pero, además, de retornar a su posición inicial de reposo, como una goma elástica que se estira y al soltarla vuelve a su posición inicial (Martínez, E., et al., 2000).

 

Composición corporal

 

De otra parte, para George y Cols. (1996): “la relación existente entre tejido magro y graso se denomina composición corporal”. Este término “hace referencia al contenido de agua, proteínas, minerales y grasa en el organismo.

Presenta diferencias por sexo, que se hacen más evidentes a medida que se aumenta la edad; así, las diferencias entre hombres y mujeres son mínimas en los primeros años de vida, se hacen más evidentes a partir de los ocho años y se incrementan significativamente en la adolescencia” así, lo describe María Teresa Restrepo (2000), la cual, también, postula: “Los factores condicionantes de la composición corporal están en el orden de lo genético, hereditario, la actividad física, el estado nutricional y de salud, los factores hormonales, la estatura, el grupo étnico y la alimentación”.

También, la composición corporal tiene diferentes modelos, los cuales dividen el cuerpo en varios componentes, Wilmor Jack y Castill David (2004) ilustran 4 modelos entre los cuales, se encuentran el químico, anatómico, de 2 componentes de Behnke y el de 2 componentes, cada uno de ellos se compone de:

Modelo Químico: Grasa, proteínas, carbohidratos, agua y minerales.

Modelo Anatómico: Tejido adiposo, músculos, órganos, huesos y otros.

Modelo de 2 componentes de Behnke: Grasa, Grasa esencial y masa magra.

Modelo de 2 componentes: Masa grasa y masa magra.

 

De la misma manera, en la actualidad existen varios métodos para determinar la composición corporal, los cuales se clasifican en tres según Martín y Drinkwater (1991):

Esto ha orientado investigaciones para determinar el agua corporal total (ACT) como un indicador de las masa magra (que deducida del 100% permite obtener el % de masa grasa). La técnica consiste en la inyección de radioisótopos del hidrógeno; tritio, o más comúnmente, deuterio, para cuantificar volúmenes de agua corporal por dilución isotópica (Moore y cols., 1963).

La técnica presume que isótopo tiene la misma distribución volumétrica que el agua que es intercambiado por el cuerpo de una manera similar a ésta” (Pinzón, 1952).

El método consiste en tomas de medidas en lugares fijados internacionalmente por la ISAK, las cuales, son utilizadas numerosas ecuaciones para la determinación de las distintas masas”

El método brinda datos sobre la densidad de los tejidos, construyendo una imagen bidimensional y el grosor del corte, entre otros, lo cual, a través de un programa computarizado permite estimar la masa de cada uno de los tejidos”.

 

Bioimpedancia eléctrica: “Este método se basa en que la conducción de una corriente eléctrica en un organismo, se efectúa principalmente, a través de su compartimento acuoso, por lo que dicha conducción tendría adecuada relación con la masa magra. Dado que la masa magra contiene una proporción considerablemente mayor de agua y electrolitos que el tejido adiposo y el hueso, el impedianciómetro bioeléctrico permite estimar la resistencia al flujo de una corriente eléctrica de baja frecuencia (impedancia) y, a través de determinadas ecuaciones, inferir el agua corporal total o la masa magra”.

Con respecto a la composición corporal, Figueroa (2007): adelantó un estudio cuyo objetivo era revisar la composición corporal de las jugadoras de la selección femenina de fútbol de Panamá. En dicho estudio se concluyó que analizando los valores promedios de las variables que evalúan la composición corporal en las futbolistas panameñas, se concluye que el 74 % de ellas presentan un peso saludable y que el nivel de aptitud de ellas está entre bueno y excelente. El IMC y el porcentaje de grasa corporal promedio de las futbolistas resultaron normales. El 26% de las jugadoras del equipo presentaron sobrepeso y el 9% de ellas bajo peso.

Además, Sedano (2009): después de estudiar el perfil antropométrico de las mujeres futbolistas españolas y analizarlo en función del nivel competitivo y de la posición ocupada habitualmente en el terreno de juego, concluyó que existen diferencias en el perfil cineantropométrico de las jugadoras en función del nivel competitivo, siendo éstas favorables a las jugadoras de mayor nivel.

Dermatoglifia

 

En cuanto a la dermatoglifia, se entiende que es el estudio de las impresiones o reproducciones de los dibujos formados por las crestas en los pulpejos dactilares de las manos (tercera falange). La identificación papilar se basa en que los dibujos formados por las crestas digitales, palmares y plantares son perennes, inmutables e infinitamente diversas.

La perennidad e inmutabilidad del dibujo papilar digital fueron demostradas prácticamente por Herschel mediante dos impresiones de su dedo índice derecho tomadas con 28 años de intervalo y comprobadas científicamente por el antropólogo inglés Francis Galton, quien llega a precisar que los dibujos digitales se encuentran formados en el sexto mes de vida intrauterina. El también, antropólogo Welcker, H., hace análoga demostración con las impresiones de las palmas de sus manos, obtenidas con cuarenta y un años de diferencia.

De otra parte, hay que señalar que tanto la epidermis como el sistema nervioso central (SNC) se forman a partir de la misma capa embrionaria, el ectodermo. Asimismo, tanto los dermatoglifos como los pliegues de flexión palmar se forman en períodos muy iníciales del desarrollo intrauterino y su génesis está íntimamente ligada a la formación de la mano.

Entre las semanas 5 y 6 posfertilización, la futura mano se hace evidente en el embrión como una especie de lámina plana. Poco después, los márgenes de ésta se ondulan y aparecen una especie de radios que no son más que condensaciones mesenquimáticas que posteriormente originarán los huesos y músculos.

Hacia la séptima semana, las condensaciones mesenquimáticas se empiezan a diferenciar en huesos cartilaginosos y en las manos se empieza a apreciar la aparición de los dedos. En este momento, hacia la octava semana, se visualizan en la parte volar de la mano una especie de abultamientos que reciben el nombre de “almohadillas” o pads, por su denominación en inglés. Estos pads se localizan en las zonas digitales, y también, se aprecian en las zonas interdigitales, tenar e hipotecar de la palma de la mano.

Estas eminencias o almohadillas son muy importantes en la ontogénesis de los dermatoglifos, porque en ellos aparecerán las figuras dermopapilares. Hacia la semana séptima, los pads se hacen evidentes en las zonas digitales, y hacia la décima semana comienza su regresión, al final de la cual, podrán observarse las incipientes líneas dermopapilares en su superficie. En una segunda fase, comprendida entre las semanas 17 y 25, se produce la definitiva conformación de dichas líneas dermopapilares.

Este proceso morfogénico intrauterino que abarca un período de aproximadamente 17 semanas, puede verse alterado tanto por factores genéticos, como por factores ambientales; en este sentido, es bien conocido que algunos factores ambientales intrauterinos, como tóxicos o infecciones, son capaces de retrasar el crecimiento del embrión y del feto. Este retraso de crecimiento puede alterar la altura y la simetría del pad, modificando la morfología, el tamaño y el número de líneas dermopapilares que aparecerán posteriormente.

En la superficie anterior, de la tercera falange o falangeta las crestas papilares adoptan sistemas morfológicos determinados, formando dibujos muy variados y complicados, pero, fáciles de ser agrupados y diferenciados para ser debidamente clasificados. Es así, esta tercera falange o falangeta la que imprime el dactilograma.

Está claro que en el dactilograma, sus crestas papilares no se asocian de modo caprichoso o desordenado, sino más bien lo hacen de una manera definida, uniforme, que permite distinguir unos “sistemas” en los que se agrupan las líneas dactilares. El primero de dichos sistemas es el BASILAR, que se encuentra situado en la base del pulpejo dactilar, y por consiguiente, la impresión latente (las que se producen después de entintar un dedo y colocarlo sobre un documento, se conocen con el nombre de reseña dactiloscópica) puede ser dejada por contacto en una superficie. Limita por la parte inferior con el pliegue articular o de flexión.

En cuanto a la dermatoglifia, Castanhede, et al. (2003), desarrolló un estudio en el cuál el objetivo principal se centró en la identificación del perfil dermatoglífico y somatotípico, de atletas de fútbol de campo masculino, de alto rendimiento en Río de Janeiro–Brasil.

Éste estudio concluyó que los resultados del estudio, en cuestión, responden a la necesidad de comprobación, del problema presentado - el conocimiento del perfil de atletas del sexo masculino, de alto rendimiento, de fútbol de campo, en Brasil -, al ser demostrada la posibilidad de agregación de la dermatoglifia, como un protocolo más de evaluaciones, en especial, para el fútbol.

Lo que, en último análisis, confirmaría la dermatoglifia, también insertada, en Ergo motricidad, es decir, en el comportamiento motor, considerado como trabajo, observado y controlado, bajo el ángulo del rendimiento y de la eficiencia.

Además, La identificación del perfil dermatoglífico y de la somatotipo, del atleta de fútbol de campo masculino adulto, de alto rendimiento, puede ser aplicado, directamente, en la orientación de las estrategias de entrenamiento, de las diversas cualidades físicas, envueltas en el deporte, como medida auxiliar al entrenamiento físico, en especial; técnico, también, y, por consecuencia, táctico.

Tal afirmación, tiene su base, en la certeza de que los resultados, presentados, reflejan el perfil, del alto rendimiento, en la modalidad, y, que a su vez, sugieren la pre-disposición de un sujeto al deporte o asemejado, cuando los resultados, de una evaluación similar, demostrar un perfil, consonante al expuesto.

Según Abramova, T. (1995), el análisis dermatoglífico permitirá clasificar a un sujeto según sea su predominancia genética, y de esta manera, orientarlo hacia una práctica deportiva más acorde a su potencial genético.

 

 

DISCUSIÓN

 

Sedano, et al. (2009) al determinar el perfil antropométrico de las mujeres futbolistas españolas valorando la influencia del nivel competitivo, encontró que existen diferencias en el perfil cineantropométrico de las jugadoras en función del nivel competitivo, siendo éstas favorables a las jugadoras de mayor nivel.

Por su parte, Figueroa (2007), tras evaluar la composición corporal de las jugadoras de la selección femenina de fútbol de panamá, halló que el 74 % de ellas presentan un peso saludable y que el nivel de aptitud de ellas está entre bueno y excelente. El IMC y el porcentaje de grasa corporal promedio de las futbolistas resultaron normales. El 26% de las jugadoras del equipo presentaron sobrepeso y el 9% de ellas bajo peso.

De otra parte, Behamondes, et al. (2012) quiso determinar la composición corporal y el somatotipo en seleccionadas nacionales de fútbol femenino participantes en el Campeonato Sudamericano Sub 17. Al concluir la intervención, se encontró que las características antropométricas generales de las jugadoras de fútbol evaluadas son menores en peso y estatura, que una muestra de 15 jugadoras brasileñas de fútbol sala de edades similares.

Sin embargo, se encontró una situación dispar dentro del mismo estudio, ésta ocurre comparando las jugadoras objeto de estudio con una muestra de 17 jugadoras "top-class" turcas de 20,73 ± 2,09 años, donde su peso era de 56,63 ± 5,03 kg y su estatura de 162,4 ± 5,79 cm (Can, et al., 2004), o de 25 seleccionadas chilenas Sub-20, con 18,1 ± 0,7 años, donde presentaban un peso de 59,7 ± 6,4 kg y una estatura de 159,2 ± 5,0 cm (Almagià, et al., 2008); o de 64 jugadoras universitarias americanas de 19,8 ± 1,2 años, con un peso de 64,8 ± 5,9 kg y una talla de 168,4 ± 5,9 cm (Vescovi, et al., 2006).

En cuanto a la dermatoglifia, Castanhede, et al. (2003), desarrolló un estudio en el cuál el objetivo principal se centró en la identificación del perfil dermatoglífico y somatotípico, de atletas de fútbol de campo masculino, de alto rendimiento en Río de Janeiro–Brasil.

Éste estudio concluyó que los resultados del estudio, en cuestión, responden a la necesidad de comprobación del problema presentado: - el conocimiento del perfil de atletas del sexo masculino, de alto rendimiento de fútbol de campo en Brasil -, al ser demostrada la posibilidad de agregación de la dermatoglifia, como un protocolo más de evaluaciones, en especial, para el fútbol.

Lo que, en último análisis, confirmaría la dermatoglifia, también insertada, en Ergo motricidad, es decir, en el comportamiento motor, considerado como trabajo observado y controlado, bajo el ángulo del rendimiento y de la eficiencia.

Además, la identificación del perfil dermatoglífico y de somatotipo del atleta de fútbol de campo masculino adulto, de alto rendimiento, puede ser aplicado, directamente, en la orientación de las estrategias de entrenamiento, de las diversas cualidades físicas, envueltas en el deporte, como medida auxiliar al entrenamiento físico, en especial; técnico, también, y, por consecuencia, táctico.

Tal afirmación, tiene su base, en la certeza de que los resultados presentados, reflejen el perfil, del alto rendimiento en la modalidad, y, que a su vez, sugieren la pre-disposición de un sujeto al deporte o asemejado, cuando los resultados de una evaluación similar, demuestran un perfil, consonante al expuesto.

Sin embargo, hay que aclarar que el hecho de que una persona posea algún talento en particular o que su genética, indique que sea una persona poseedora con potencial genético para el deporte, no se puede dar por hecho que será la ganadora en los deportes que practique, requerirá de un entrenamiento, en ocasiones trabajo de equipo y su disposición para ganar.

En el campo femenino, Medellín (2014): realizó la caracterización dermatoglífica de las ciclistas colombianas de pista de altos logros en pruebas de semifondo. Con el objetivo de generar un perfil preliminar dermatoglífico que sirva para la selección de talentos en el ciclismo de pista femenino, en pruebas de semifondo, se evaluaron atletas de selección Colombia y medallistas en Juegos Nacionales.

La colecta de dermatoglifos, se realizó, previa firma de consentimiento, en una muestra de seis ciclistas, cuya edad osciló entre 22,3 ± 4 años. El estudio fue descriptivo y evaluó las variables: arco, presilla, verticilo, D10 y cantidad total de líneas (STCL). Los resultados, se presentaron en un radar con los valores normalizados, en el cual, se detecta que los valores más destacados corresponden a la predominancia de dibujos presilla y verticilos, disminución de arcos y un D10 y SCTL medio.

Con respecto a las capacidades condicionales en el campo femenino, Rizo (2011), quiso mostrar la importancia de una de las capacidades (la fuerza), sustentando que la preparación de la fuerza en las mujeres de la alta competencia posee un carácter de suma importancia como en los hombres.

Sin embargo, uno de los aspectos en que el autor de esta investigación coincide con Román (2003), es que esta preparación debe estar dirigida a las acciones determinantes durante un juego.

El autor concluye, que el análisis de los fundamentos científicos asociados al trabajo metodológico de la preparación de la fuerza en el Fútbol Femenino de la alta competencia y su relación con las exigencias de la actividad competitiva como elemento fundamental, permite contribuir a una mejor comprensión y preparación de esta capacidad en el sexo femenino.

 

 

CONCLUSIONES

 

Las capacidades condicionales merecen un tratamiento especial en cuanto a su entrenamiento dentro del deporte femenino.

 

 

 

 

 

 

 

 

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