EDITORIAL

IMPERATIVOS PARA LA FORMACIÓN DEL NUEVO ESTUDIANTE UNIVERSITARIO

Germán Anzola Montero¹

¹Rector

Rev. U.D.C.A Act. & Div. Cient. 11 (2): 1-2, 2008

La actual y permanente realidad del mundo exige que los Proyectos Educativos de las Universidades cambien, lo mismo que el constante auge del conocimiento obliga a incorporar innovadores procesos en la docencia y en el desarrollo e innovación tecnológica, generando, constantemente, imperiosos retos en su actividad investigativa y, como consecuencia, se hace necesario acelerar los vínculos con la sociedad.

Complementariamente, se crean otras y modernas responsabilidades para las Instituciones de Educación Superior. Una de ellas, la INTERNACIONALIZACIÓN, compleja función, que tiene como objetivo general "la formación de un ciudadano universal", tal como se postuló en la reciente reunión de la Asociación Internacional de Presidentes y Rectores Universitarios IAUP. Ello corresponde, a los diversos procesos que vive la sociedad global, en la primera década del siglo XXI y entre los cuales se pueden citar a los recientes fenómenos sociales y culturales y los asiduos descubrimientos y realidades en el orden político, económico, científico, tecnológico y demográfico, que conducen al mundo hacia complejos escenarios y hacia un ordenamiento mundial, regidos por nuevos factores.

Las Universidades Colombianas y en particular la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales U.D.C.A, no es ni puede ser ajena a ello. Muchos conceptos y paradigmas vienen cambiando, pues las necesidades y las demandas de la humanidad en el mundo, así lo exigen. Entre ellos podría citar cuatro consideraciones determinantes para el ámbito académico:

• Cómo acelerar la pronta incorporación de los egresados al ejercicio laboral.

• Cómo implantar y complementar sistemas de movilidad académica en estudiantes de pregrado y de posgrado y de docentes investigadores, que permitan satisfacer la obligatoria experiencia de conocer las realidades del mundo moderno y la importancia de interactuar con comunidades, ya sean académicas, científicas o sociales, de pueblos hermanos.

• Cómo potenciar la investigación y la innovación, pilares fundamentales de la tarea que nos exige la generación de nuevo conocimiento.

• Cómo preparar, óptimamente, a los líderes de la denominada sociedad global.

Bajo esta visión, el papel de las universidades resulta imperioso frente a estos desafíos, ya que la formación del nuevo estudiante universitario exige desarrollar en él, plenas capacidades y competencias para desempeñarse en los diferentes y actuales ámbitos culturales, sociales y económicos, en su condición de futuros líderes del mundo.

El estudiante de hoy, profesional del mañana, pertenece a todo el universo, es el ciudadano del planeta. El respeto y la valoración de la diversidad cultural, la voluntad para hacer del mundo un espacio más equitativo y sustentable, han de ser, entre otros, los elementos que condicionen la formación profesional de un líder global.

Es por ello que se requiere una revisión a fondo de la visión, la misión, los valores, los objetivos, las prioridades, la organización, los contenidos, las estructuras y los métodos en la educación superior y, particularmente, en la universitaria, con el compromiso de atender los desafíos que las nuevas realidades le plantean. Impulsar, vertiginosamente, los cambios que permitan alcanzar una excelencia en la docencia y una investigación crítica, anticipada, comprometida con el futuro, con las necesidades sociales más esenciales y con la construcción de la paz, basada en la justicia, la igualdad y el desarrollo humano sostenible, en lo local y en lo global.

Los nuevos desafíos, se deben orientar en el direccionamiento de un ciudadano universal, lo cual significa ser: innovador, creador, eficiente, con conciencia que la educación y la formación que recibe es mucho más que aprendizaje, es dirigir con sentido su propia vida, es mirar desde lo local el conjunto del mundo, es estar unidos a partir de principios universales.

Es por todas estas razones, que la U.D.C.A no ahorra esfuerzos por permanecer y mantener sus relaciones, al más alto nivel, con asociaciones y redes mundiales, pues es todo ello lo que facilita estar en constante diálogo para integrar a nuestra comunidad académica, estudiantes y profesores, con las experiencias de otras universidades del mundo y para nosotros, en particular, de América Latina y el Caribe, con miras a cumplir los postulados que consagran la importancia de constituirnos en una comunidad de naciones Latinoamericanas y Caribeñas, que así, unidas, podremos afrontar, exitosamente, similares experiencias de otros continentes, ejemplo de hoy, la comunidad europea. De esta manera pretendemos consolidar el papel de la educación superior, como factor estratégico y determinante en el desarrollo sustentable de nuestros pueblos.